José Gálvez Roch (El Santero) 1905 - 1991


El 26 de mayo de 1905, hace ahora 111 años, nace José Gálvez Roch, el tercero de siete hijos, cuatro hombres y tres mujeres, cuando Jacarilla contaba con 700 habitantes.

Cuidaba las ovejas del rebaño de la familia, y según él se quedó bajito por el peso de los capazos que tenía que cargar a hombros para alimentar los animales.
Es famoso entre nosotros el hecho de su primer tallaje, un Jesús, que hizo que el Marqués de Fontalba se interesara por él, enviándolo a Madrid a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, después de que Mariano Benlliure rechazara poder aceptarlo como aprendiz, pero destacando sus buenas cualidades.

Es de suponer que coincidiera con la generación del 27, que en esos momentos abría otras ventanas rompedoras al arte. No congenió con Dalí, es fácil adivinar porqué.

“No me gusta la mentira y es por eso que soy tan realista en mi obra. Veo las cosas como son y en ello se basa mi pintura y actitudes” con esta actitud que convirtió en estilo representativo, es fácil deducir su rechazo al arte vanguardista que se destapaba en esos momentos.  Gastón Castelló y Francisco Gil por el contrario coincidieron en gustos y amistad con él.

La vida de un artista nunca es fácil, y menos cuando pone en peligro la estabilidad de su mecenas, como al parecer hizo su padre al vincularse a movimientos que cuestionaban la legitimidad de las propiedades de los terratenientes en la Segunda República. Según relata en sus grabaciones, también por motivos políticos hubo de renunciar a una cátedra de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Alicante en 1951.
En 1926 se fue a Melilla para hacer el servicio militar donde dibujó con lápiz a muchos de sus compañeros. Destaca su Retrato del Moro. Volvió a Madrid y consiguió una beca para estudiar en Granada durante cuatro meses donde ganó el premio Madrigal de Pintura al Aire Libre. Tuvo su primera exposición en 1931 en el Ateneo de Alicante donde expuso 38 pinturas. No recibió buenas críticas por la moda vanguardista y falta de aprecio por su estilo realista.

Durante 1932 malvivió haciendo pinturas de niños y volvió a Jacarilla para criar conejos y ovejas además de seguir trabajando como pintor y diseñador de hogares. Su aversión a la guerra, quedó muy patente cuando en 1936, fue llamado al combate por el gobierno Republicano a pesar de tener más de 30 años, desertando en el frente de Valencia y volviendo a Jacarilla, donde permaneció escondido durante cuatro meses en la Finca de la Zarzuela. Allí tallaba figuras en raíces de olivos a modo de empuñaduras de bastones.

Al terminar la guerra se dedicó a criar conejos e hizo dibujos de animales y los paisajes de Jacarilla y retratos. También talló la Patrona de la localidad, la Virgen de Belén, utilizando un tronco de ciprés, tardó seis meses de trabajo. De ahí viene su nombre de Santero.

Luchó en la posguerra por sobrevivir como artista y dedicarse por entero a la pintura y escultura. A mediados de los 40 se fue a vivir a Alicante, cerca de la playa del Postiguet donde tenía su estudio. Tenía un aspecto bohemio, vivía en la soledad con sus pinceles, cuadros, bocetos y caballetes. Cocinaba con bombonas azules de camping gas y se calentaba con una estufa de leña, que traía en autobús desde el pueblo.

El año 1951 fue un año muy importante en su vida por su participación en exposiciones de prestigio, obteniendo una mención honorífica por el cuadro que él siempre consideraba su mejor obra: “la abuela y la nieta”, hecha a finales de los años 20, donde aparece su abuela y su prima Isabel Ortuño. Empezó a exhibir y vender habitualmente en los hoteles Victoria y Palas. Radio Paris le nombró como uno de los tres mejores pintores de bodegones frutales. En 1959 se construyó una casa en el pueblo donde pasaba los fines de semana.

En el año 1980 se hizo una exposición grande de sus obras en el Palacio de Jacarilla. Vendía a sus amigos. Era muy suyo y siempre manifestaba que los cuadros eran fruto de muchas horas de trabajo. Consideraba el arte vanguardista y abstracto como “mamarrachás”. Admiró a Joaquín Sorolla y a Dalí como grandes artistas.

De mayor sufrió de Parkinson y tenía problemas de corazón. Para pintar tenía que aguantar la mano derecha con la izquierda, lo que explica la forma menos precisa de algunos de sus trabajos. Hoy en día tiene pinturas en España, Inglaterra, Sudáfrica, EEUU y Chile.

Tenía afición por la filatelia y ponía un puesto de sellos y monedas en el mercado para vender e intercambiar estampillas. Siempre tenía un aspecto físico humilde. Era afable, risueño, bondadoso y presumía a tener sentido del humor, pero también era cascarrabias, lenguaraz y huraño. Era soltero. Dijo que el matrimonio es “la tumba del amor”. Amante de las cosas sencillas del medio rural y sus gentes. Sabedor de su valía pero con la falta de ambición para llegar muy lejos.
Murió en Alicante el lunes 4 de marzo de 1991.


EN EL 25 ANVERSARIO DE SU MUERTE, ESTA ASOCIACIÓN INICIÓ LA RECUPERACIÓN DE ESTE ARTISTA LOCAL.






EN ESTE SEGUNDO RECORDATORIO, TENEMOS PREVISTO PLASMAR SU OBRA A TRAVÉS DE UN RECORRIDO DE LOS LUGARES HABITADOS Y PINTADOS POR ÉL.



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